“Estamos orgullosos de ser colombianos y de ver a nuestro compatriota José servir no solo a su país, sino a las comunidades de Estados Unidos y de todo el mundo,” dijo Medina.
De Alexis Gonzalez, Cruz Roja Americana
La oficina de la Cruz Roja Americana de la bahía de Tampa dio la bienvenida al Cónsul de Colombia César Felipe González Hernández del Consulado de Colombia y a Paola Medina de Colombia «Nos Une» en Orlando a su sede para desastres en Tampa, Florida. El gerente del Programa de Desastres de la oficina de la Cruz Roja en la bahía de Tampa y miembro del equipo de Participación Latina, José Bueno, ofreció a González y Medina una visita a la oficina de la Cruz Roja de la bahía de Tampa y compartió con ellos las iniciativas de asistencia que se están llevando a cabo tras los huracanes Milton y Helene.
Bueno y González hablaron de la posibilidad de colaborar para aportar recursos y formación continua a la comunidad latina, que va más allá de la cultura colombiana.
González compartió cómo su equipo puede trabajar con los consulados mexicano y dominicano para mantener abiertas las líneas de comunicación antes, durante y después de un desastre para garantizar que las comunidades latinas estén bien informadas sobre los servicios y las respuestas de la Cruz Roja.
“Trabajaremos juntos para aclarar cualquier información falsa y compartir actualizaciones importantes sobre la respuesta de la Cruz Roja,” compartió González. “Nuestra prioridad son nuestras comunidades. Queremos abrir una línea de comunicación para apoyar la respuesta de la Cruz Roja en todos los condados que atendemos en Florida.”
El poder de la comunicación se hizo notar cuando Bueno estuvo por primera vez en el área del Centro de Operaciones de Emergencia (EOC, por sus siglas en inglés) para los huracanes. A medida que Bueno recopilaba actualizaciones e información, compartía posteriormente mensajes importantes a través de un vídeo que grababa cada día y que enviaba a González para que pudiera distribuirlo. Poco se imaginaba que sus comunicaciones llegarían no solo a la comunidad latina, sino también a su país natal, Colombia.
“Un día, empecé a recibir mensajes en WhatsApp de mis amigos y familiares de Colombia diciéndome lo útil que era la información y que podían ver mis vídeos para estar al día de lo que ocurría en Estados Unidos tras los huracanes,” cuenta Bueno. “Fue increíble ver el impacto de esos vídeos y cómo mantenían informada a la comunidad latina.”
“Es importante contar con voluntarios que hablen otro idioma. Gran parte de nuestra población quiere ayudar, pero no sabe necesariamente cómo hacerlo,” dijo Medina. González, Medina y Bueno hablaron de las diferentes oportunidades de voluntariado y de cómo la comunidad hispanohablante puede implicarse en la misión de la Cruz Roja.
“Para las personas afectadas por los desastres es un consuelo poder trabajar con voluntarios que hablan su lengua materna cuando están pasando por un mal momento y les dan información,” añadió Bueno.
Una de las mayores iniciativas de voluntariado que se ha puesto a prueba es la de los voluntarios de eventos que llevan a cabo el nuevo programa de la Cruz Roja, la Observación Directa de la Evaluación de Desastres (DDAO, por sus siglas en inglés). Los voluntarios acuden a los vecindarios afectados y llevan a cabo evaluaciones de los daños en las viviendas a través de una aplicación de encuestas. Los voluntarios hispanohablantes ya se han apuntado y han completado turnos de voluntariado gracias a la línea de comunicación abierta.
El Cónsul González compartió cómo conoció a José Bueno en la tercera Feria de Servicios, Comunidad y Salud, organizada por el Consulado de Colombia en Orlando, cuyo objetivo es llevar información y concienciación sobre los socios comunitarios y sus servicios no solo a la población colombiana sino también a la comunidad hispana.
González se quedó para la presentación de Bueno sobre la preparación ante huracanes de la Cruz Roja. González acababa de mudarse a Orlando y había comprado una casa para él y su familia cuando puso en práctica su nueva formación.
“Después de ver la presentación, lo primero que hice cuando recibí las llaves de mi casa fue contratar un seguro contra huracanes e inundaciones,” dijo González. “Es mejor tener la póliza y no necesitarla que no tenerla y necesitarla en un momento como este.”
Mientras González se instalaba en su casa, se fijó en los informes meteorológicos de una tormenta que se aproximaba. Ante la posible llegada de un huracán, González decidió no seguir remodelando su casa. No queriendo arriesgar la seguridad de su familia, González tomó las medidas de precaución que aprendió de la presentación de Bueno.
“Cubrí las ventanas, coloqué sacos de arena alrededor de mi casa y encontré un lugar seguro para refugiarme en el armario de mi hija. Era el lugar más seguro de la casa,” dijo González.
Para calmar el miedo de la hija de González ante la situación, le encargó que diseñara el refugio familiar con un cartel que dijera «Refugio Milton» con los símbolos del huracán y del refugio, bocadillos, agua y cosas para que estuvieran cómodos. Para distraerla aún más del huracán que se avecinaba, González y su esposa hicieron una réplica de un refugio dentro de su vivienda.
“Usando su imaginación, construyó un refugio en miniatura con juguetes y zapatos mientras jugábamos durante la noche. Tomar esas medidas ayuda a los niños a estar preparados,” añadió González.
“Para el Consulado de Colombia ha sido un honor reunirnos con la Cruz Roja y ver desde dentro sus objetivos y cómo apoyan a nuestras comunidades. Gracias a la Cruz Roja, las personas afectadas por los recientes huracanes han tenido un lugar seguro y ahora trabajan en la siguiente etapa de su recuperación,” declaró González. “Para el Consulado de Colombia, continuaremos nuestra asociación con la Cruz Roja para sensibilizar y capacitar a todas las comunidades latinas e hispanas.”
Los servicios y refugios de la Cruz Roja están a disposición de quienes los necesiten, independientemente de su origen étnico-racial, edad, credo, identidad de género, orientación sexual, condición legal o estatuto migratorio.
Durante semanas, familias cansadas de todo el sureste han vivido con los inconcebibles daños que dejaron tras de sí los huracanes Milton y Helene. Mientras las familias se esfuerzan en dar sus próximos pasos, alrededor de mil doscientos socorristas de la Cruz Roja Americana están a su lado para brindarles refugio, alimentos, suministros de asistencia y apoyo emocional, para que nadie tenga que enfrentarse solo a este momento tan difícil. Nuestro trabajo está lejos de terminar. La Cruz Roja y sus socios estarán presentes para apoyar a los necesitados durante los próximos meses y semanas.
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