La Cruz Roja reúne a una familia después de tres décadas de separación

Effie Santos creció escuchando historias de cómo la Cruz Roja tocó la vida de su madre. Muchos años después, siendo adulta, la organización volvió a entrar en su vida. El Programa de Restablecimiento del Contacto entre Familiares de la Cruz Roja, unió a la familia de su padre, combinando una división de dos continentes y haciendo que su familia volviera a estar completa después de décadas de separación.

Bessie Bodzakos - La historia de la madre
Mientras crecía en Tampa, Florida, a Santos le encantaban las historias que le contaba su madre, "Bessie" Bodzakos. Nacida en Grecia, el país estaba en la cúspide de la guerra civil. Bodzakos fue enviada a un orfanato en Rumanía, cuando la lucha de la guerra se acercaba a su hogar. A lo largo de estas pruebas, Santos afirma que su madre recibió un apoyo constante de la Cruz Roja.

"Mi madre siempre dice, ‘Tenía todo lo que necesitaba, comida, mantas, todas mis vacunas, ¡todo! Todo gracias a la Cruz Roja", compartió Santos.

A los 16 años, su madre volvió con su familia a Grecia y allí conoció a su esposo, Oresti  Bodzakos. Se trasladaron juntos y se establecieron en Florida. Aunque ese podría haber sido el final de la historia de la familia con la Cruz Roja, resultó ser sólo el principio.

Oresti Bodzakos - La historia del padre
 A medida que pasaban los años y la familia se instalaba en su nueva vida en Florida, el padre de Santos mantenía una gran tristeza por su familia dejada atrás en Europa. "Resulta que mi padre simplemente no sabía dónde estaba su familia o si seguían vivos", dijo Santos.

Los problemas comenzaron cuando Oresti Bodzakos, un albanés, tenía 18 años. Un día, él y un amigo cruzaron accidentalmente la frontera de Grecia. En aquella época, Albania era un país comunista y el reingreso estaba estrictamente prohibido. A partir de ese momento, Bodzakos quedó aislado de su familia en Albania sin poder contactarse con sus padres ni con sus ocho hermanos.

Según Santos, su padre tenía muchas preguntas que no podía responder - ¿Estaba su familia viva? ¿Estaban sanos? ¿Sabían lo que le había pasado?¿Y le echaban de menos tanto como él a ellos?

Una carta, cortesía de Restoring Family Links
A pesar de las preguntas sin respuesta, la vida de la familia continuó en América. Hasta que un día, en 1992, llegó una carta de la Cruz Roja. Santos recuerda que vio a su padre leer la carta en la mesa de la cocina y que las lágrimas comenzaron a correr por su rostro.

La carta, que procedía del Programa de Restablecimiento del Contacto entre Familiares (RCF) de la Cruz Roja, contenía correspondencia de los hermanos de su padre en Albania, que habían estado buscándolo. "Las compuertas se abrieron para mi padre cuando recibió esa carta", dijo Santos. "Se sentó en la mesa de la cocina a llorar. Mi madre y yo estábamos muy emocionados por él".

Cada año, a través del programa Restablecimiento del Contacto entre Familiares, la Cruz Roja pone en contacto a familias separadas por desastres, conflictos y migraciones internacionales. Los equipos de la Cruz Roja trabajan en todo el mundo y el año pasado conectaron a más de 7,000 familias. Según Santos, estos servicios tienen impactos duraderos e increíbles en familias como la suya.

Una familia reunida

Poco después de que llegara la carta, su padre voló a Albania, donde él y sus hermanos se reunieron después de casi tres décadas separados.

"Lo trataron como a un rey", dice Santos entre risas. "Después de tantos años fuera, fue muy especial para él volver a estar en casa".

Su padre regresó a Florida seis semanas después y se trajo a su hermano mayor. Después de esa visita, comenzó el proceso de patrocinar a sus hermanos para que emigraran a América. "Mi padre estaba en las nubes", dijo Santos.

"Tenía esta línea de vida con su familia que no había tenido antes de, no estaban perdidos, se habían encontrado. Mi padre no era muy abierto con sus emociones, pero pudimos ver la tremenda diferencia que esto había tenido en él", dijo.

Lamentablemente, a su padre se le diagnosticó un cáncer de pulmón poco después. Santos tenía solo 19 años cuando falleció. Sólo un año y medio antes, llegó la carta de la Cruz Roja.

Un legado que continúa

Santos dice que su madre sabía lo importante que era seguir apoyando a la familia albanesa de su marido en sus intentos de emigrar. Fue madrina de su sobrino e incluso dejó que la familia viviera brevemente con ellos hasta que se establecieron y estuvieron listos para comprar una casa.

"Me siento muy bendecida por tener a mi familia aquí y cerca, y por ver a todos crecer juntos y formar parte de la vida de los demás", dijoSantos.

"Puedo escuchar historias de mi padre de su infancia y contarles cómo era cuando lo conocí. Siento esta conexión con mi padre y su familia que es tan especial. Me llena el corazón".

Hoy, Santos sabe que la vida de su padre cambió para siempre, por una carta de la Cruz Roja.

"Siempre supe que el trabajo de la Cruz Roja era que cambiaba vidas, pero saber que están ahí fuera conectando a familias -familias como la mía- es tan personal e increíble", dijo.

Santos dice que el momento en que se produjo todo fue más que fortuito y que era muy importante para su padre conectar con su familia antes de fallecer. "Sino fuera por la Cruz Roja, nunca los habría encontrado de nuevo".