Escrito por Logan Basch, Cruz Roja Americana
"Cuando hacemos simulacros de entrenamiento en la escuela, me gusta hacer de víctima para poder ayudar a los demás a practicar qué hemos aprendido", dice José Noel Coreas de 12 años de El Salvador.
José vive en una pequeña comunidad en El Volcán, un pueblo con tendencia a una variedad de desastres naturales, incluso terremotos, erupciones volcánicas, tormentas tropicales, deslizamientos de tierra y sequías. Según José, cada año cuando llegan las lluvias, los deslizamientos de tierra cubren las calles y causan que los vehículos resbalen y "sea difícil llegar al pueblo".
Si bien tiene solo 12 años, José ya sabe mucho sobre cómo enfrentarse a desastres, gracias a capacitaciones que él y sus amigos obtuvieron en la escuela de la Cruz Roja Americana y la Cruz Roja Salvadoreña.
Aprender haciendo
Después de aprender primeros auxilios, rutas de evacuación y otras actividades de respuesta ante desastres, los estudiantes de todo el país como José practican sus habilidades durante simulaciones de emergencia. Estas simulaciones incluyen desde hacer vendajes, detener sangrado, tratar fracturas y encontrar un refugio seguro fuera de la zona del desastre.
A menudo, incorporan incendios controlados, ruidos fuertes y ambulancias reales y oportunidades de búsqueda y rescate, las simulaciones son lo suficientemente realistas para lanzar a los estudiantes a la acción.
Para José, esta experiencia le da la confianza para reaccionar cuando la crisis golpea, ya sea un desastre natural o una lesión personal. Los estudiantes como José a menudo enseñan habilidades a sus padres y brindan primeros auxilios a los seres queridos en casa. "De a poco, aprendemos cómo responder a emergencias en nuestra propia comunidad".
Pequeño pero poderoso
El Salvador, el país más pequeño y densamente poblado en Centroamérica, se encuentra a lo largo del Anillo de Fuego del Pacífico y es particularmente susceptible a una variedad de peligros naturales, que incluyen terremotos, erupciones volcánicas, tormentas tropicales, deslizamientos de tierra y sequías. En la última década, el país ha sufrido ocho desastres importantes que se llevaron la vida de más de 1,900 personas.
La Cruz Roja Americana responde a los desastres en El Salvador: brinda comida, agua, primeros auxilios y otra ayuda cuando las personas más lo necesitan. Cuando las emergencias golpean, "la comunidad se organiza y llama a la Cruz Roja Salvadoreña para ayudar a los pacientes que necesitan asistencia médica", recuerda José.
La Cruz Roja Americana trabaja junto con la Cruz Roja Salvadoreña para preparar a las comunidades para desastres antes de que se produzcan. La preparación no es una garantía de seguridad, pero equipa a los miembros de la comunidad con habilidades y resiliencia para mitigar los riesgos.
Acerca de la Cruz Roja Americana
La Cruz Roja Americana alberga, alimenta y ofrece alivio a las víctimas de desastres; suministra alrededor del 40% de la sangre en el país; enseña habilidades que salvan vidas; distribuye ayuda humanitaria internacional; y apoya a los veteranos, a los miembros de las fuerzas armadas y a sus familias. La Cruz Roja es una organización sin fines de lucro que depende de los voluntarios y de la generosidad del público estadounidense para cumplir su misión. Para obtener más información, visite redcross.org o CruzRojaAmericana.org, o síganos en las redes sociales.
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