Este Mes de la Cruz Roja Americana, homenajeamos a los voluntarios y los servicios que hacen especial a nuestra organización. Durante todo el mes, les traeremos historias de servicio y esperanza, haciendo visibles a las personas que desinteresadamente ofrecen su tiempo para profundizar la misión de la Cruz Roja Americana. Hoy, nos gustaría presentarles a Joe Apicelli que ofrece sus servicios de voluntario con nuestro Equipo de Servicios ante Desastres desde hace 14 años. Siga leyendo para descubrir por qué Joe se hizo voluntario de la Cruz Roja Americana y cómo ayuda a los que han perdido todo durante los desastres.
El Huracán Katrina toca tierra
El 25 de agosto de 2005, un día después de que el Huracán Katrina tocara tierra, Joe recuerda mirar cómo se desataba la devastación del huracán en televisión. Las filmaciones eran desoladoras.
Cuando se despertó el día siguiente, sintió un abrumador deseo de ayudar a los afectados de la manera que fuera. Entonces, cuando se enteró de que la Cruz Roja Americana pedía donaciones financieras, hizo un cheque y fue directamente a su capítulo local en New London, Connecticut. Cuando llegó, conoció a Sue Rochester -Bolen, que no tenía idea que iba a ser quien cambiara su vida para siempre.
En la oficina del capítulo, Joe y Sue fueron testigos del colapso de Lower Ninth en televisión. Joe entonces le preguntó a Sue si necesitaba algún tipo de ayuda, y ella lo puso a trabajar. Ese día tomó clases de primeros auxilios, RCP y atención masiva. Se trasladó a Louisiana para ayudar a las víctimas del Huracán Katrina unos días después.
Durante el primer emplazamiento de Joe, fue asignado al Houston Astrodome para trabajar con más de 23,000 evacuados de Lower Ninth Ward que no tenían a dónde ir. Desde entonces, nunca se arrepintió. Se convirtió en voluntario de la Cruz Roja Americana para toda la vida.
Marcar una diferencia
Desde que comenzó a ser voluntario hace 14 años, Joe ayudó a víctimas de desastres en muchas funciones diferentes. Con sus conocimientos sobre el negocio de restaurantes, Joe brindó servicios como gerente de cocina supervisando la entrega de comidas, voluntario de atención masiva alimentando a las víctimas hospedadas en los refugios de la Cruz Roja Americana, y como conductor de vehículo de respuesta ante emergencias sirviendo comidas en comunidades afectadas. También trabajó en depósitos clasificando suministros para las víctimas de desastres y en los centros de operación de desastres diseñando planes logísticos. No importa qué función desempeñe, Joe siempre está complacido de poder marcar una diferencia en las vidas de las personas.
“Todos tenemos historias, nacionalidades y etnias diferentes. Vivimos en vecindarios diferentes. Pero somos todos una familia humana. Y con consuelo y ayuda, el sufrimiento que alguien atraviesa puede aliviarse con el tiempo. Soy una persona bendecida por tener la oportunidad de marcar una diferencia en las vidas de las personas como voluntario”, dice Joe.
Conocer amigos para siempre
Una de las experiencias más memorables para Joe durante un emplazamiento fue en Chalmette, Louisiana. Estaba emplazado allí en 2006 cuando conoció por primera vez a Regina, a su esposo, Jack, y a sus dos hijos, Andrew y Alyssa. Fue mientras conducía un vehículo de respuesta ante emergencias cuando vio a Regina caminando con sus hijos a la parada del autobús, entonces se detuvo y les dio algo para almorzar. Joe la admiraba por la esperanza y actitud positiva que tenía a pesar de que su vecindario había sido destruido por el Huracán Katrina. Cada día después de terminar el resto de su ruta, conducía hasta la parada del autobús para darles a Regina y a sus hijos el almuerzo. Después de seis semanas de emplazamiento, regresó a su casa.
“Pasaron seis semanas y me despedí de Regina. Se me caían las lágrimas. Era un momento duro para decir adiós. Ella era un amor. Sus hijos tenían apenas cuatro y seis años. Y ya eran unas personitas maravillosas. No comprendían la gravedad del desastre, pero estaban siempre alegres”, contó Joe.
Diez años después, fue emplazado en Hammond, Louisiana, como gerente de cocina para ayudar con las inundaciones del área. Durante este emplazamiento, condujo a Chalmette para ver a su vieja amiga Regina nuevamente. Después de golpear algunas puertas, ella le abrió y se sorprendió de ver una cara familiar. En ese momento, ambos volvieron a reconectarse como si el tiempo no hubiera pasado, y hoy, aún sigue en contacto con Regina y su familia.
Cambiar para mejor
Desde que Joe empezó a ofrecerse como voluntario en 2005, fue emplazado 43 veces durante desastres tan variados como el Huracán Katrina y los incendios forestales de California en 2018. Él cree que cada experiencia lo ha ayudado a convertirse en una mejor persona.
“Ser voluntario me ha convertido en una mejor persona, una persona más inteligente. Y no me puedo imaginar una mejor forma de crecer”, dijo Joe.
Conviértase en voluntario
Los voluntarios como Joe hacen posible que la Cruz Roja Americana responda a un promedio de 62,000 desastres cada año. Usted puede marcar una diferencia. Visite cruzrojaamericana.org para obtener más información sobre cómo convertirse en voluntario para desastres.
Acerca de la Cruz Roja Americana
La Cruz Roja Americana alberga, alimenta y ofrece alivio a las víctimas de desastres; suministra alrededor del 40% de la sangre en el país; enseña habilidades que salvan vidas; distribuye ayuda humanitaria internacional; y apoya a los veteranos, a los miembros de las fuerzas armadas y a sus familias. La Cruz Roja es una organización sin fines de lucro que depende de los voluntarios y de la generosidad del público estadounidense para cumplir su misión. Para obtener más información, visite redcross.org o CruzRojaAmericana.org, o síganos en las redes sociales.
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