Un terremoto de 5.9 grados de magnitud sacudió a primera hora del miércoles una remota y montañosa región del sureste de Afganistán. Los informes preliminares de los medios de comunicación sugieren que al menos 1,000 personas murieron y más de 600 resultaron heridas. Se espera que estas cifras aumenten a medida que los equipos de respuesta lleguen a las zonas más afectadas y algunas personas sigan atrapadas entre los escombros.
La Media Luna Roja Afgana, con el apoyo de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), ha movilizado a su personal y a sus voluntarios para responder a la crisis que se está produciendo y atender las necesidades urgentes sobre el terreno.
La Media Luna Roja afgana cuenta con más de 30,000 voluntarios y una sucursal en cada una de las 34 provincias de Afganistán, incluidas Khost y Paktika, las dos provincias más afectadas. Los equipos de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja están enviando alimentos y suministros de socorro a las zonas más afectadas por el terremoto. Ya se han enviado camiones con artículos de ayuda y ambulancias a las zonas afectadas.
Un equipo de respuesta de emergencia -compuesto por equipos humanitarios de la Cruz Roja Danesa, la Cruz Roja Noruega, la Media Luna Roja de Qatar y la Media Luna Roja Turca- ha salido de Kabul y se dirige a las zonas afectadas. Además, los equipos móviles de salud apoyados por la FICR que ya estaban en el país han sido desviados para responder a la crisis. Se están movilizando suministros médicos desde Kabul y se enviarán para ayudar a los necesitados.
"El pueblo de Afganistán ya ha sufrido mucho. El terremoto de hoy es otra tragedia", dijo Susan Malandrino, de la Cruz Roja Americana. Los desplazamientos provocados por el conflicto y las catástrofes, la devastación de la pandemia de COVID-19, la grave sequía, la aguda escasez de alimentos, la fractura del sistema sanitario, el escaso acceso a los servicios, el elevado desempleo y el colapso de las instituciones bancarias y financieras han confluido en la población de Afganistán.
"Antes de que se produjera el terremoto, el país ya estaba luchando contra repetidas crisis y más de la mitad de la población necesitaba ayuda humanitaria", dijo Malandrino.
La crisis de la sequía ha alimentado una crisis económica en un país en el que la agricultura es fundamental para el sustento de la población y el pilar de la economía. Más del 70% de la población vive en zonas rurales y alrededor del 80% de los medios de vida dependen de la agricultura. Sin alimentos ni ingresos y enfrentándose a una mayor incertidumbre, decenas de miles de familias afectadas por la sequía han abandonado sus hogares, buscando comida y refugio en campamentos de ayuda. Este desplazamiento interno se ha agravado dramáticamente en los últimos meses, con cerca de 700,000 personas desplazadas internamente este año y con necesidad urgente de ayuda, de las cuales cerca del 80% son mujeres y niños.
Es fundamental aumentar el apoyo mundial para prestar asistencia humanitaria a la población de Afganistán. Según la información preliminar, la escala de las necesidades humanitarias tras el terremoto será masiva aunque la catástrofe esté localizada.
Acerca de la Cruz Roja Americana
La Cruz Roja Americana alberga, alimenta y ofrece alivio a las víctimas de desastres; suministra alrededor del 40% de la sangre en el país; enseña habilidades que salvan vidas; distribuye ayuda humanitaria internacional; y apoya a los veteranos, a los miembros de las fuerzas armadas y a sus familias. La Cruz Roja es una organización sin fines de lucro que depende de los voluntarios y de la generosidad del público estadounidense para cumplir su misión. Para obtener más información, visite redcross.org o CruzRojaAmericana.org, o síganos en las redes sociales.
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