Cada día, más de 16 millones de trabajadores de la Cruz Roja hacen la diferencia en todo el mundo. Ellos son el corazón latente de la red humanitaria más grande del mundo y ayudan a personas necesitadas en más de 191 países, a menudo en condiciones peligrosas. Ellos son nuestra fuerza. Son lo que nos define. Y ayudan a hacer del mundo un lugar más seguro cada día. Sin embargo, los trabajadores humanitarios se enfrentan a una escalada de violencia. Los trabajadores humanitarios —personal y voluntarios— deben estar protegidos.
El 19 de agosto es el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria y hoy, al igual que todos los días, reconocemos a aquellos que han perdido sus vidas o se han puesto en riesgo para ayudar a las personas necesitadas. Incluso una vida perdida es demasiado.
Solo en 2024, 28 voluntarios y miembros del personal del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja han muerto o han sido asesinados en el ejercicio de sus funciones humanitarias. En tan poco tiempo, este es uno de los niveles más altos de violencia global contra los trabajadores de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja que jamás hayamos experimentado.
Desde hace más de un siglo, los voluntarios y el personal de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja están presentes en las comunidades antes, durante y después de los desastres y las crisis. Eso se debe a que estamos comprometidos a servir a las comunidades en las que vivimos y a brindar ayuda que salva vidas, consuelo y cuidado, sin importar lo que suceda.
Más que fortalecer sus comunidades, los 28 voluntarios y miembros del personal de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja que perdieron la vida eran personas que vivían vidas robustas. Eran padres, cónyuges, colegas de confianza y amigos. Perdieron la vida mientras ayudaban a sus vecinos. Ellos estaban respondiendo a emergencias. Ellos tenían esperanzas y sueños. Ellos fueron lo suficientemente valientes como para ponerse sus chalecos de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja para aportar su granito de arena para hacer del mundo un lugar mejor en los tiempos más difíciles.
Sin protección y respeto, los miembros de la Cruz Roja no pueden llegar a la gente y realizar labores que salvan vidas. Nuestros corazones están con las familias y colegas de aquellos que han perdido sus vidas en el cumplimiento de su deber, y nos unimos en solidaridad con ellos para #ProtegerLaHumanidad. Hay que poner fin a la violencia contra los trabajadores humanitarios.
Símbolos de protección
En 1864, los Convenios de Ginebra establecieron el emblema de la Cruz Roja como símbolo universal de neutralidad y protección en los conflictos armados. Poco después, también se adoptó el emblema de la Cruz Roja para identificar los servicios humanitarios de las sociedades nacionales de la Cruz Roja.
Desde su creación, en situaciones de conflicto armado, el emblema de la Cruz Roja dice «no disparen»: esta persona, edificio, vehículo o equipo no forma parte de la lucha, sino que presta ayuda imparcial.
En desastres grandes y pequeños, y dondequiera que la Cruz Roja trabaje para prevenir y aliviar el sufrimiento humano, el emblema de la Cruz Roja comunica que la asistencia está siendo proporcionada por la Cruz Roja de acuerdo con nuestros principios fundamentales de humanidad, independencia, neutralidad, unidad, imparcialidad, universalidad y servicio voluntario.
Para saber más sobre el emblema de la Cruz Roja, haga clic aquí.
Acerca de la Cruz Roja Americana
La Cruz Roja Americana alberga, alimenta y ofrece apoyo emocional a las víctimas de desastres, suministra alrededor del 40 % de la sangre en el país, enseña habilidades que salvan vidas, distribuye ayuda humanitaria internacional y apoya a los miembros de las fuerzas armadas y sus familias. La Cruz Roja es una organización sin fines de lucro que depende de los voluntarios y de la generosidad del pueblo estadounidense para cumplir su misión. Para obtener más información, visite redcross.org o CruzRojaAmericana.org, o síganos en las redes sociales.
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