Josué Hernández inició como voluntario en agosto de 2017.
El voluntario Josué Hernández Cordero, natural de Moca, es parte de la Cruz Roja Americana desde agosto de 2017. La experiencia luego del huracán María fue retante, pero al compararla con los terremotos recientes, esto es algo sumamente distinto porque “en realidad todos, incluyéndonos, estamos con esa incertidumbre de que siga temblando. De que las casas, las escuelas o las estructuras no aguanten otro sismo…y eso hace que nos dé esa incertidumbre mientras respondemos”.
En el operativo, Josué se desempeña como “Lead Virtual” donde trabaja con diferentes voluntarios en las entradas de casos. En un momento pico de la operación, contó con un máximo de 23 voluntarios bajo su supervisión de diferentes lugares de la isla y también de Nueva York, Florida, Carolina del Sur y Texas. Adicional a esto, también apoya la parte de Recuperación donde tiene contacto directo con las familias afectadas para resolverles cualquier situación con su tarjeta de asistencia financiera.
Como anécdota especial, recuerda que por varios días trataban de localizar a una de las personas afectadas para remplazarle la tarjeta de asistencia financiera, ya que el sistema la rechazó. Cuando logró localizar a la señora, era una madre joven, soltera y tenía una hija bebé hospitalizada en el Hospital Metropolitano de Sabana Grande. En el hospital no había mucha recepción y por eso no podían localizarla. Sin embargo, “cuando llegamos a donde ella, nos dimos cuenta de que tenía unas necesidades particulares como artículos de higiene personal para las niñas. Con el apoyo de los voluntarios de salud, fuimos al hospital y respondimos rápido para cubrir esas necesidades”, expresó.
Josué, quien recibió la semilla de servir a través de sus padres, siente un profundo agradecimiento al equipo de Recuperación, al cual lo califica como un equipo excepcional. “Uno de los voluntarios que nos ha apoyado en esto con trabajo virtual es Carlos Carrasquillo. Es un veterano, natural del pueblo de Loíza y ha hecho un trabajo excepcional; tanto él como su esposa. Desde su casa, ambos han hecho un trabajo excepcional; no han medido horas, tiempo y espacio para responder y ayudarnos con las activaciones de casos. Carlos y todos los voluntarios han hecho un trabajo excepcional; ha sido una integración maravillosa”, finalizó.