Los desastres pueden ser aterrador para los adultos y traumáticos para los niños, especialmente si no saben qué hacer. Por eso, es importante involucrarlos en las etapas de la preparación familiar cada año.
San Juan, Puerto Rico, 31 de agosto de 2020- Los desastres pueden ser aterrador para los adultos y traumáticos para los niños, especialmente si no saben qué hacer. En años recientes, hemos visto cómo los huracanes y terremotos han afectado el bienestar de los niños y niñas cuando han sido confrontados con estos eventos. Por consiguiente, la preparación familiar es clave para darle a sus hijos las guías que necesitan para reducir sus miedos ante cualquier evento atmosférico futuro.
Los niños están acostumbrados a una rutina diaria: se levantan, desayunan, hacen las tareas escolares y juegan con sus amigos. Cuando un desastre altera esa rutina, los niños pueden sentirse angustiados. La conducta que presente el adulto tiene un efecto en el niño. Por ejemplo, se estás alarmado, tu hijo puede asustarse más, ya que piensa que el peligro es real. Además, si manifiesta sentimientos de pérdida, tu hijo puede sentirlo de forma profunda. El temor del niño y la ansiedad podría deberse a su propia imaginación. Al Tu hijo ver las reacciones de los adultos, llega a sus propias conclusiones. Por lo tanto, es importante que hables con tus hijos y explícales lo que ocurre y sea honesto. Además, debes velar las conductas de los niños, tales como: comportamientos extraños como lloriqueos, rabietas y agresiones o comportamientos regresivos como chuparse los dedos o cargar un juguete.
Prepárate con información:
Para reducir los miedos y la ansiedad de los niños, la Cruz Roja recomienda que conozcas cuáles son los desastres que ocurren en la zona donde resides, luego busques información sobre consejos para qué hacer y cómo prepararse. Puedes visitar la biblioteca en línea de la Cruz Roja Americana en cruzrojapr.net que tiene información sobre diferentes tipos de emergencias. Luego que las autoridades determinen que es seguro regresar después de la pandemia, es importante que verifiques el plan de emergencia de la escuela, centro de cuido de tu hijo o donde pasarán la mayor cantidad de tiempo.
Habla sobre la preparación ante desastres con tu familia para que todos conozcan qué hacer. Involucra a toda tu familia en las actividades de preparación, como la confección de la mochila de emergencias. Los niños se sienten seguros conociendo que hay un plan en acción. Además, enséñale a tu hijo a reconocer las señales de peligro: detectores de humo y sonidos de emergencia (bocinas y sirenas), entre otros. Explícale cómo y cuándo llamar para pedir auxilio. Enséñale a tu hijo información personal básica: apellidos, dirección, números de teléfono y a dónde ir en caso de emergencia.
Qué hacer para ayudar a los niños recuperarse luego de un desastre:
Cuando el peligro haya pasado, concéntrate en las necesidades emocionales de tu hijo al preguntarle qué está en su mente. Tener al niño participar de las actividades de recuperación le ayudará a sentirse que pronto sus vidas regresarán a la “normalidad”. Durante la recuperación, evita que tu hijo vea noticieros sobre los eventos pasados. Las imágenes pueden ser incómodas, particularmente si el niño es muy joven para diferenciar entre las imágenes repetidas del desastre y una nueva emergencia.
En fin, es importante demostrarle a los niños y las niñas que no están solos, que alguien se preocupa por ellos, por sus sentimientos y sus pérdidas en momentos de un desastre. Lo importante es mantener la comunicación y ofrecerle la oportunidad de sentirse útil permitiéndole que le ayude de acuerdo con su capacidad. Consulta con un profesional de la salud si entiendes que el niño es incapaz de resolver sus sentimientos. Para conocer más consejos de preparación ante desastres y emergencias, accede aquí.