El hermano de Ana Rivera, Heriberto, perdió todas sus pertenencias en su hogar a causa de un fuego. (Foto suministrada por Ana Rivera).
Aguadilla, Puerto Rico- El 26 de febrero de 2021, a horas de la madrugada en Aguadilla, Heriberto vio su casa arder hasta los cimientos. Mientras todos dormían, una extensión mal conectada ocasionó un incendio que en tan solo 10 minutos devoró la casa de Heriberto que se encontraba justo detrás de la casa de sus padres, donde también estaba su hermana Ana Rivera. Según los bomberos, una extensión se calentó y causó el siniestro donde solo le dio tiempo de correr para avisar y tratar de echar agua.
“Me impactó que Dios puso su mano para que no hubiese una tragedia de vida, que de la nada pudo ocurrir una desgracia. Saber que existen estas rganizaciones como la Cruz Roja, alivian por lo menos en algo estas tragedias”, dijo Ana. A pesar de que agraciadamente todos están a salvo, Heriberto perdió todas sus pertenencias donde salió únicamente con la ropa que tenía puesta. Ana desconocía de esta área de servicio de la Cruz Roja; ese mismo día, Manejo de Emergencias se puso en contacto ellos y lo refirieron a la organización humanitaria.
“Se los digo de todo corazón, la Cruz Roja fue la única agencia de todas las que fueron a casa de mi mamá que realmente ayudó a mi hermano”. Ana describió que la ayuda del voluntario le causó gran sentimiento ya que su hermano es sordo y discapacitado. “Le di gracias a Dios que estuve en el momento de la situación para servir de enlace y poder ayudar a que entendieran lo que le había pasado a él”, dijo Ana. “Con la ayuda que la Cruz Roja nos dio, le compramos sus artículos de primera necesidad y también compramos tres paneles para reconstruir la casa. Tratamos de dividir las ayudas para lo más importante”, añadió Ana.
“Ha sido un proceso bien lento y fuerte el de recuperación. También, uno de incertidumbre, todavía estamos sacando cosas y se siente el olor a humo. Estamos comprándole poco a poco las cosas a él”, explicó Ana. Las familias a menudo se sienten abrumadas después de perder casi todo en un incendio doméstico, por lo que la misión de la Cruz Roja es fundamental en las comunidades locales.
“Yo estoy eternamente agradecida con la Cruz Roja por ayudar a mi hermano. Me prometí desde ese momento que iba a aportar a la Cruz Roja donde quiera que los viera y que iba a llevar el mensaje a conocidos sobre que existen organizaciones que ayudan de verdad, que no hay por qué estar con las dudas de si vienen o no vienen, porque la Cruz Roja llegó”, finalizó Ana.
La ayuda que ofrece la Cruz Roja en tiempos de desastres es gratuita, gracias a la generosidad de los donantes y los voluntarios. En Puerto Rico, los voluntarios de la Cruz Roja Americana atienden un promedio de 229 fuegos al año. Si conoce de alguien que sufra un fuego en su hogar u otro desastre, indíquele que llame a la Cruz Roja Americana Capitulo de Puerto Rico al (787) 758-8150 y marque el 1.