Cómo la Cruz Roja Americana restauró la esperanza de un residente de Lahaina tras una pérdida devastadora

Cuando sobrevivientes como Santiago Montiel sintieron el impacto de los incendios de Lahaina profundizarse, la magnitud de un acontecimiento tan desestabilizador los abrumó con desesperación. Uno de los incendios forestales más mortíferos en la historia de Hawái arrasó la isla de Maui el año pasado, y los residentes aún sienten los efectos hoy en día, ya que destruyó miles de hogares y cobró la vida de más de 100 personas.

El impacto en la seguridad de su vida conmocionó y entristeció a Montiel. Los desafíos de evacuación, reubicación y reconstrucción persisten hoy y en el futuro para los residentes hawaianos como Montiel. Pero encontró esperanza en la Cruz Roja y comenzó su viaje hacia el camino a la resiliencia.

Su historia comienza un 8 de agosto de 2023. Montiel esperaba el autobús en Ka’anapali después del trabajo, pero nunca llegó. Decidió caminar hacia su casa por la Carretera 30, y fue entonces cuando vio la nube oscura de humo que salía de Lahaina.

“Ya cuando llegué estaba toda la gente corriendo, los carros saliendo del pueblo de Lahaina. Y yo me metí a donde vivía y pues la verdad ya no alcancé a sacar nada de mis cosas, ya el humo estaba sobre el departamento y se oían las explosiones,” explicó Montiel.

“Se desplomó una parte del techo del departamento y caí de rodillas. Pues no sé si me desmayé, o qué, como que perdí la noción del tiempo y ya no pude recuperar mis pertenencias. Ya había perdido todo. Tenía un ahorro de dos años, que era de un dinero que tenía ahí, mi ropa, mi cama, mi refrigerador, todo, todo, todo, todo perdí…”

Vulnerabilidades como estas fueron sentidas por mucha gente. Comenzar de nuevo era la única opción, pero rehacer una vida nunca es fácil. El hogar de Montiel fue destruido. Su familia todavía vivía en México, y no tenía a dónde ir. Montiel vivió en un carro por 20 días, cerca de Napili después de los incendios. El sombrío panorama pareció multiplicarse ya que este fue uno de los momentos más oscuros de su vida. Pero eso fue cuando un amigo mencionó que la Cruz Roja estaba en Lahaina ayudando con los esfuerzos de recuperación.

Montiel visitó la Cruz Roja y recibió atención médica para su rodilla, que resultó herida después de los incendios. Además, los voluntarios de la Cruz Roja ayudaron a varios residentes desplazados como Montiel con vivienda temporal a través de programas como Refugios no congregados (NCS, por sus siglas en inglés). La Cruz Roja le asignó un cuarto en el hotel Hyatt por cinco meses, junto con ayuda financiera.

“Esta fue la primera vez y la verdad fue algo inexplicable,” dijo Montiel. “Para mí fue terrible. Para mí fue algo que yo no lo podía creer, que haya desaparecido todo el pueblo de Lahaina, y que uno estuvo a punto de morir. Y entonces tuve que platicar con un psicólogo en México todas las tardes, porque no podía dormir. Pues estar en tu departamento, y después estar viviendo en un carro por un tiempo, también en la calle, pues sí es de pensarse…”

Mientras Montiel procesaba la situación y abordaba su salud mental, la Cruz Roja lo ayudó a encontrar vivienda más permanente.

Al principio, la barrera del idioma fue un desafío, porque los voluntarios no hablaban español con fluidez. Sin embargo, Montiel dice que encontraban la manera de entenderse. Después de unos días, los Equipos de Acción ante Desastres de la Cruz Roja llegaron con voluntarios que hablaban español. Con esto, la situación se hizo más fácil para comunicarse con Montiel y oír sus preocupaciones. Los voluntarios podían explicarle novedades con detalles y darle noticias de recuperación.

Después del incendio, no había empleo disponible para Montiel, pero con la ayuda de la voluntaria Wanda Hernández de la Cruz Roja, él solicitó y recibió Asistencia Transitoria (Bridge Assistance). Montiel también visitó el Centro de Convenciones de Maui donde recibió tratamiento médico adicional para su rodilla con un doctor del ejército de los Estados Unidos. Varios grupos sin fines de lucro e iglesias estuvieron presentes para ofrecer ayuda, distribuir alimentos, ropa, tarjetas de regalo, y además facilitar otros recursos disponibles para personas necesitadas.

“Yo estoy eternamente agradecido con la Cruz Roja, de verdad,” dijo Montiel. “La ayuda que recibimos todos, los que perdimos algo en Lahaina, yo pienso que todos están agradecidos con la Cruz Roja, por el trato que nos dieron, por la ayuda, y por todo. Y la verdad yo que si estoy agradecidísimo. Y bueno, a cada miembro de la Cruz Roja, pues se le desea lo mejor.”

Montiel se mudó recientemente de la vivienda NCS en el Hyatt a un hogar más permanente con la ayuda de la organización Council for Native Hawaiian Advancement (CHNA, por sus siglas en inglés), y patrocinado por fondos donados de la Cruz Roja. Este programa permite a residentes desplazados como Montiel mudarse a viviendas más permanentes como apartamentos de una o dos recámaras, o estudios, por un año.

“Fue difícil, pero al último sale la luz,” explicó Montiel. “Esa foto que usted ve, es como si hubiera llegado una luz, no de que tener adonde vivir. Yo muy agradecido con la Cruz Roja, y a los que me dieron el cuarto…”

Estos esfuerzos de ayuda humanitaria brindaron múltiples niveles de apoyo a una escala tan grande que permitió una recuperación masiva, impactando el bienestar físico y mental de Montiel.

Hoy se encuentra de mejor ánimo, fortalecido por los esfuerzos benévolos de la Cruz Roja y las personas que conoció en el camino. Bajo un nuevo techo y con la capacidad para trabajar a medio tiempo, Montiel mira hacia adelante, listo para reconstruir su vida, viendo un futuro positivo y lleno de esperanza.