
Durante las últimas semanas, enormes huracanes consecutivos han causado estragos en el sureste. Primero, el huracán Helene dejó un camino de desolación y tragedia en cinco estados. Luego, el huracán Milton recorrió una amplia franja de Florida, abarcando de costa a costa. Los habitantes están luchando por recuperarse, y sus vidas han cambiado para siempre. Afortunadamente, las personas afectadas no están solas en estos momentos difíciles.
Miles de voluntarios abnegados para desastres de la Cruz Roja Americana han estado en el área en varios estados trabajando incansablemente junto a sus socios para proporcionar refugio, comidas, consuelo y apoyo. De todo el país, dejaron sus hogares y a sus seres queridos para dar una mano a las personas que viven una destrucción inimaginable.
Recientemente, el presidente y director general de la Cruz Roja, Cliff Holtz, visitó nuestras actividades de respuesta al huracán Helene en el oeste de Carolina del Norte y describió a los voluntarios de la Cruz Roja como símbolos de atención y esperanza. «Me quedé asombrado por lo que vi», dijo. «La devastación que causó esta enorme tormenta fue desgarradora. Pero, durante mi visita, también vi a los miembros de la Cruz Roja Americana repartiendo tanta esperanza, compasión y consuelo. Dondequiera que íbamos, la gente se me acercaba para agradecernos por lo que estamos haciendo para ayudar». Agregó que los voluntarios «brillan como un símbolo de cuidado y esperanza cuando las personas enfrentan los días más difíciles en estos momentos».
Estas son algunas historias de estos voluntarios desinteresados:
Bradin Howell, de Indiana, se unió a la Cruz Roja hace menos de una semana, motivado por el deseo de ayudar a quienes fueron afectados por las recientes tormentas en Florida. «Este es mi primer despliegue de los muchos que espero tener en la Cruz Roja», dijo. «Siento que cada día es un esfuerzo arduo, pero cuando salgo, es una sensación diferente a la que nunca había sentido antes. Siento que fui puesto en esta tierra para ayudar a las personas, y la Cruz Roja es una manera de lograrlo». Bradin tiene 19 años y anima a otras personas de su generación a participar y ofrecerse como voluntarios. «Este es el mundo que vamos a habitar toda nuestra vida, y es importante que nos cuidemos mutuamente», dijo Bradin. «Nuestra generación se ha enfrentado a algunas dificultades y aún estamos tratando de encontrar nuestra voz. Creo que hay algo en lo que todos podrían estar de acuerdo: necesitamos hacer más para ser una comunidad. Creo que la Cruz Roja ofrece una comunidad realmente excelente y estamos realizando grandes cosas».
Candis Hoptowit es miembro del personal de los Servicios Hospitalarios de la Cruz Roja y exflebotomista que se tomó un tiempo de su carrera en la Cruz Roja para trabajar como voluntaria en un refugio durante este desastre. Tiene muchas razones para querer retribuir a la organización. «La gente estaba necesitada. Por eso trabajamos para la Cruz Roja. Somos humanitarios», dijo. «Cuando me enteré de que todo el mundo estaba tan necesitado aquí —nunca he pasado por un huracán— quise venir a ayudar. Miré a mi alrededor y había personas con todo lo que poseían en bolsas en sus brazos, y supe que estaba en el lugar correcto para ayudar».
Rubén Rivera es un voluntario de la Cruz Roja de Oklahoma, desplegado en Florida. Es la primera vez que se ofrece como voluntario para la Cruz Roja y dijo que fue la oportunidad de ayudar a otros latinos lo que le impulsó a inscribirse. «Estaba viendo las noticias y dijeron que realmente necesitaban voluntarios para la Cruz Roja, y pensé, ¿por qué no yo? Así que me apunté», dijo. «No sabía nada sobre la Cruz Roja y realmente quería ofrecer mi tiempo como voluntario». Sabía que algunos de los lugares afectados tenían una gran población latina y hablo español y tenía tiempo».
Pamela Pittman comenzó a trabajar como voluntaria para la Cruz Roja a principios de este verano tras jubilarse de la NASA como informática. «Me encantaba mi trabajo, pero una de las razones por las que quise jubilarme tan pronto como pude es porque quería retribuir. Quiero ser lo suficientemente joven para retribuir», dijo. «Quizá por eso es tan emocionante para mí. Me encantó trabajar para la NASA, pero es agradable hacer algo menos técnico. Es estimulante hacer algo por la gente». Este es su primer despliegue, y está trabajando como asociada de servicios de refugio.
Essie Hopkins es una voluntaria de desastres de la Cruz Roja desde hace mucho tiempo, reconocida por su paciencia, dedicación y gran corazón. Veterana de guerra, Essie llama a Washington, D.C., su hogar. Ahora mismo, está ayudando en el refugio recreativo Ross Norton de Clearwater, Florida, donde ha desarrollado una relación especial con los veteranos que se protegen en el refugio. Su apodo es «Sunshine» debido a su cálida personalidad y su capacidad para iluminar cualquier lugar.
Estos socorristas están dedicando su tiempo a proporcionar refugio seguro, consuelo y apoyo mientras las personas en todo el sureste lidian con las secuelas de las tormentas. A medida que comience la recuperación, serán fundamentales para ayudar a las personas afectadas. Su compromiso nos recuerda que, incluso en los momentos más difíciles, siempre hay quienes están dispuestos a marcar la diferencia.
La temporada de huracanes todavía no termina. Si desea marcar la diferencia en la vida de los demás, considere ponerse un chaleco rojo y unirse a nosotros. Encuentre más información en CruzRojaAmericana.org/voluntarios.
Acerca de la Cruz Roja Americana
La Cruz Roja Americana alberga, alimenta y ofrece apoyo emocional a las víctimas de desastres, suministra alrededor del 40 % de la sangre en el país, enseña habilidades que salvan vidas, distribuye ayuda humanitaria internacional y apoya a los miembros de las fuerzas armadas y sus familias. La Cruz Roja es una organización sin fines de lucro que depende de los voluntarios y de la generosidad del pueblo estadounidense para cumplir su misión. Para obtener más información, visite redcross.org o CruzRojaAmericana.org, o síganos en las redes sociales.
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