Por el Dr. Eric Gehrie, director médico ejecutivo de la Cruz Roja Americana
En estos momentos, la Cruz Roja Americana insta a la gente a donar sangre que salva vidas para ayudar a superar una emergencia por escasez de sangre, una situación tan grave que nuestro suministro nacional de sangre se redujo en más de un 25 % en julio.
Como profesional de la medicina, reconozco que el concepto de escasez de sangre puede parecer difícil de relacionar, sobre todo teniendo en cuenta todos los milagrosos avances médicos de los que hemos disfrutado como sociedad. Puede ser tentador preguntarse si realmente necesitamos las transfusiones de sangre tanto como en el pasado, o cuestionarse si puede haber alternativas a la transfusión de sangre que podrían llevarse a cabo.
Sin embargo, la única fuente factible de sangre para transfusiones es el brazo de un generoso donante de sangre, y la necesidad actual de sangre es tan crítica como siempre.
En los últimos 25 años, los avances en la medicina transfusional identificaron numerosas circunstancias clínicas en las que las prácticas restrictivas de transfusión de glóbulos rojos dieron lugar a los mismos o mejores resultados para los pacientes, en comparación con las prácticas de transfusión históricamente aceptadas que eran más permisivas con la transfusión. El primero de estos grandes estudios (en inglés) se publicó en el New England Journal of Medicine en 1999 y demostró que los adultos en estado crítico ingresados en unidades de cuidados intensivos médicos a los que se transfundía menos evolucionaban igual de bien que los que recibían más transfusiones. Estudios posteriores mostraron resultados similares en diversos contextos clínicos, como niños en estado crítico, hemorragias gastrointestinales graves, shock séptico y lesiones cerebrales traumáticas, cirugía de cadera y cirugía cardiaca (en inglés).
Este cambio, que implica retener las transfusiones hasta que la anemia sea más pronunciada, pone un énfasis aún mayor en la disponibilidad de suministros de sangre. Dado que la mayoría de las transfusiones se prescriben a pacientes con anemia relativamente grave, la escasez de sangre no deja a los médicos opciones fáciles a la hora de suspenderlas. En lugar de ello, se debaten entre una serie de malas opciones, enfrentándose a menudo a la posibilidad muy real de que un paciente sufra debido a un retraso en la transfusión.
Trauma
Uno de los avances más importantes de la medicina traumatológica es el reconocimiento de que el suministro temprano de sangre puede ayudar a salvar vidas al prevenir el desarrollo de hemorragias intratables o difíciles de detener (la coagulopatía del traumatismo).
En comparación con hace 20 años, cuando la reanimación de un paciente traumatizado solía comenzar con suero salino y glóbulos rojos tras llegar al hospital, las tendencias más recientes han identificado la importancia de suministrar sangre pronto en la sala de urgencias o si es posible, en la ambulancia o el helicóptero de camino al hospital.
En consecuencia, ahora se anima a los hospitales de traumatología a conservar la sangre en la sala de urgencias para evitar un retraso en la transfusión que podría empeorar los resultados de los pacientes. Sin embargo, durante una escasez de sangre, los bancos de sangre de los hospitales se ven obligados a menudo a retirar sangre del servicio de urgencias y de otros lugares de almacenamiento remotos, lo que obliga a los traumatólogos y anestesistas a plantearse la posibilidad de que el hospital se quede sin sangre.
Parto
Cuando se produce una emergencia como una hemorragia de parto, el margen entre la vida y la muerte para la madre y el bebé podría ser fácilmente la disponibilidad de una transfusión de sangre. De hecho, la hemorragia posparto es una de las principales causas de muerte materna en Estados Unidos, con tasas desproporcionadamente más altas en las comunidades subrepresentadas. Estas crisis pueden producirse repentinamente, independientemente de si el embarazo ha sido complicado o no.
Lugares como California han progresado en salvar vidas, en gran parte, asegurándose de que la sangre esté fácilmente disponible cuando se produce una hemorragia (en inglés). Aun así, cuando no hay suficiente sangre en los estantes para atender a todos los pacientes, los médicos deben decidir si la que hay disponible puede utilizarse para mantener a una madre y a su hijo.
Cáncer
Cuando se someten a un tratamiento contra el cáncer, los pacientes se vuelven íntimamente conscientes de su vulnerabilidad y de la necesidad de transfusiones de sangre y plaquetas para protegerlos. Pero cuando hay una escasez de productos sanguíneos, su ansiedad puede profundizarse: sin una transfusión de plaquetas, ¿experimentaré una hemorragia interna? ¿Eso provocará un accidente cerebrovascular?
Esto se debe a que los pacientes con cáncer a menudo son aconsejados por sus médicos de que necesitan transfusiones para evitar estas complicaciones. Sin embargo, durante una escasez de sangre, podrían fácilmente ser enviados a su hogar desde la clínica sin una transfusión, diciéndoles que la sangre disponible en su lugar debe reservarse para otros pacientes en el quirófano o en la unidad de cuidados intensivos.
Es más, una transfusión de sangre puede ser la diferencia entre caminar o utilizar una silla de ruedas. Aunque el nivel de hemoglobina de una persona puede ser lo suficientemente alto como para enviarla al hogar con seguridad, puede ser lo suficientemente bajo como para que esté demasiado agotada para caminar o utilizar las escaleras.
Haga una donación hoy mismo
La única solución para evitar estas decisiones desgarradoras es garantizar un suministro constante de sangre. Esto únicamente puede lograrse si más personas sanas se arremangan y donan sangre con regularidad. Cada donativo puede significar la diferencia entre la vida y la muerte de alguien que lo necesita, ya sea un paciente con algún traumatismo, una madre en trabajo de parto o un paciente con cáncer en tratamiento.
En un mundo en el que la ciencia médica ha dejado claro que las transfusiones de sangre son vitales e insustituibles, debemos estar a la altura del desafío. Por eso, en la Cruz Roja Americana estamos presionando tanto en estos momentos para conseguir donaciones de sangre que permitan superar esta escasez y garantizar que los pacientes reciban el tratamiento que necesitan para salvar sus vidas.
Usted puede ayudar. Programe una cita para donar sangre hoy mismo utilizando la aplicación «Blood Donor» de la Cruz Roja, visitando RedCrossBlood.org/espanol o llamando al 1-800-RED CROSS (1-800-733-2767).
Acerca de la Cruz Roja Americana
La Cruz Roja Americana alberga, alimenta y ofrece apoyo emocional a las víctimas de desastres, suministra alrededor del 40 % de la sangre en el país, enseña habilidades que salvan vidas, distribuye ayuda humanitaria internacional y apoya a los miembros de las fuerzas armadas y sus familias. La Cruz Roja es una organización sin fines de lucro que depende de los voluntarios y de la generosidad del pueblo estadounidense para cumplir su misión. Para obtener más información, visite redcross.org o CruzRojaAmericana.org, o síganos en las redes sociales.
Los donantes de sangre informan una sensación de gran satisfacción después de hacer su donación. Ayudar a otros a sentirse bien.