Huracán Hugo, 1989: La primera tarea que recibió Myriam Ojeda como voluntaria fue responder el cuadro telefónico y atender a las familias que necesitaban ayuda de la Cruz Roja. Hoy día, 34 años después, esta voluntaria viajó a Atlanta, Georgia para recibir el Premio Presidencial de Excelencia de la División del Sureste y el Caribe de la organización.

La Cruz Roja Americana cuenta con un voluntariado comprometido con sus comunidades en todo Puerto Rico. A través de su historia, hay líderes ejemplares que han personificado los valores de la organización a la hora de servir. Entre esos voluntarios inspiradores está Myriam Ojeda; cuya inquebrantable dedicación y pasión por servir, ha dejado una huella permanente en el Capítulo de Puerto Rico y en las vidas que ha tocado.

Para esta residente de Guaynabo, el ser voluntaria es un símbolo de unidad, ya que “todos tenemos que poner nuestro granito de arena para ayudar a Puerto Rico y este es mi granito de arena: el trabajo voluntario”.

Myriam, quien habla cinco idiomas, resalta que su crecimiento dentro de la organización ha sido significativo en diversas áreas de desastres. “La Cruz Roja provee todos los entrenamientos y la mentoría que uno necesita para ir progresando en la carrera humanitaria que uno escogió”.  

Estas capacidades adquiridas se han reflejado en su habilidad para definir y alcanzar objetivos claros, siempre con el objetivo de buscar cómo allegar la asistencia que requieren las personas en necesidad, y a la vez servir de apoyo para sus compañeros voluntarios.

Por ejemplo, durante el paso del huracán María en 2017, bajo la función de Operaciones, Myriam coordinaba las rutas de los camiones que salían a las comunidades con alimentos y artículos de ayuda. Incluso, en uno de los momentos pico, trabajó más de 40 rutas de camiones de respuesta.

Sin embargo, en su trabajo voluntario de desastre mayor más reciente luego del huracán Fiona en 2022, esta profesional laboró en el área de Información y Planificación. Bajo este cargo, lideró un equipo de voluntarios evaluadores de daños quienes recopilaban los datos de las comunidades afectadas; información que utilizaban los directores de la operación para determinar los siguientes pasos de la respuesta. Incluso, sirvió de vínculo entre los voluntarios locales y los que venían desde los Estados Unidos para apoyar la operación. En esa gesta, se aseguró de tener una coordinación organizada y fluida que permitiera una respuesta efectiva.

Durante su trayectoria, ha ocupado diversas posiciones dentro de la Cruz Roja Americana. Ha servido como administradora de eventos regionales de Recuperación, se unió como portavoz del capítulo local y ocupa la posición de Voluntaria Asociada del Oficial Regional de Desastres en Puerto Rico.

De igual forma, Myriam es una profesional destacada en su campo. En su carrera profesional como asistente de vuelo de una aerolínea reconocida, se ha destacado por su excelente servicio al cliente y profesionalismo. Su dedicación a la excelencia se extiende a todas las facetas de su vida, desde su trabajo en la Cruz Roja hasta sus logros personales, como la fundación y operación de la primera Clínica de Linfedema en Puerto Rico.

El Premio Presidencial de Excelencia, otorgado a Myriam a nivel divisional el pasado 7 de febrero de este año, es un testimonio de su compromiso y dedicación. Este prestigioso premio reconoce a aquellos que demuestran un servicio excepcional en apoyo a la misión de la Cruz Roja Americana.

Todas las personas tienen el poder de marcar la diferencia a través de la Cruz Roja Americana. Dona tu tiempo y talento para ayudar a tu comunidad en tiempos de desastres y emergencias. Para ser parte del equipo de voluntariado de la Cruz Roja Americana, accede este enlace o conoce más en las redes sociales al hacer una búsqueda bajo “Cruz Roja Puerto Rico”.