“No importa la adversidad, no importa lo poco que tengamos, hay para todos” afirmó, la voluntaria Betzaida Hernández Sánchez.
Betzaida Hernández Sánchez, corredora de Bienes Raíces y secretaría legal, se inició como voluntaria en el 2017 después del impactante huracán María. Recuerda exactamente la fecha del 12 de octubre del 2017, cuando su amiga y también voluntaria Suzanne Castillo la invitó a ser parte de los voluntarios.
Hoy día, esta madre de dos hijos e hija de un veterano, lleva cuatro años como voluntaria del Equipo de Acción en Desastres. También es coordinadora alterna y “duty offer” para la Zona 1 que comprende el área metro- norte de Puerto Rico.
“Antes de entrar a la Cruz Roja, yo pensaba que vivía en una burbuja. Pensé que Puerto Rico solo se experimentaba huracanes, inundaciones por fuertes lluvias y algún terremoto…yo nunca imaginé que en Puerto Rico existían tantos incidentes de fuego y con tanta frecuencia”, afirmó.
Betzaida se ha enfrentado a muchas experiencias desafiantes cuando atiende casos de fuegos domésticos. No olvida las lágrimas de tristeza que derraman las personas al perder sus pertenencias que obtuvieron luego de muchos años de sacrificio.
“El trabajo que realizo nunca es el mismo, se diversifica con cada caso, cada persona afectada, cada experiencia y vivencia. Cada una de mis tareas tiene un propósito dentro de la organización, pero todas las tareas llevan el mismo propósito: brindar ayuda, esperanza y amor”, puntualizó.
Ser voluntaria significa “colaborar de forma activa, directa e indiferente en medio de situaciones de vulnerabilidad en cualquier situación, indiferente si la persona es de pocos recursos o de mayores recursos. Dar de mi tiempo es mágico, es más de lo que se pueden imaginar”, expresó la voluntaria quien subía y bajaba 13 pisos de escaleras de su condominio cuando salía a las asignaciones de la Cruz Roja durante el huracán María.
En esta su primera experiencia como voluntaria, recuerda una anécdota especial cuando apoyaba el área de Reunificación Familiar. De camino a Ciales, observan junto a sus compañeros una persona indigente discapacitada en una luz de un semáforo. Se detienen para suministrarle agua, barritas y salchichas. Le preguntan si necesitaba algo más, a lo que responde con una sonrisa bien grande y les dio las gracias. Cuando Hernández se regresa al vehículo de la Cruz Roja, voltea hacia el indigente no pudo contenerse y comenzó a llorar. El indigente comenzó a dividir los suministros en cuatro partes.
A todos los donantes de la Cruz Roja y quienes permiten que el trabajo de los voluntarios como Hernández Sánchez se pueda llevar a cabo, esta expresa su agradecimiento a “esas personas tan bondadosas por sus donativos, los cuales hacemos llegar en los momentos de necesidad a la humanidad”.
Añadió que el “ser voluntario(a) es por elección, ofrece sus conocimientos, su experiencia, sin recibir remuneración a cambio de la acción solidaria que con esfuerzo, contribuimos a la sociedad para un mejor futuro. La Cruz Roja nos capacita de manera continua para ofrecerle un mejor servicio y auxilio sin discriminación a la humanidad. Brindamos esperanza al final del camino”.
Conoce la labor que realiza la Cruz Roja Americana a través del servicio voluntario. Sé voluntario hoy en este enlace.
22 de noviembre de 2021