Si piensas que no tienes lo que se necesita para responder después de un desastre, te quedarías sorprendido. Lo que algunos pueden ver como un problema podría ser exactamente lo que te hace particularmente valioso a los ojos de la Cruz Roja. La diversidad, la equidad y la inclusión son valores clave de la organización, ya que cada individuo, cada trayectoria personal, es bienvenida y encuentra un espacio como parte del personal y de los voluntarios de Cruz Roja. Carlos Molina, Vladimir Dragomirov y Jeffrey Reyes pueden testificar, cada uno con su propia historia. Se encuentran en primera línea en el sur de Puerto Rico, ayudando a familias afectadas por los recientes terremotos y sus réplicas.
"En un desastre, las personas no esperan ver a un voluntario como yo, en una silla de ruedas, esperan personas ‘fuertes’. Mi función con Cruz Roja no tiene nada que ver con la fuerza física, es más bien una fuerza espiritual y moral." Carlos Molina
Carlos Molina se presentó en la sede del Capítulo de la Cruz Roja de Puerto Rico en San Juan tan pronto se dio cuenta del impacto del terremoto de magnitud 6.4 en cientos de familias. Como voluntario de salud mental, estuvo activo en las oficinas centrales para velar por el bienestar de los empleados y voluntarios asignados al operativo. Además, realizó todo tipo de tareas en la oficina, desde fotocopias hasta llamadas telefónicas. Incluso utilizó sus habilidades como DJ para aliviar con música el estrés del personal a la hora del almuerzo, antes de ser desplegado más cerca del epicentro donde ha brindado apoyo emocional a las personas ubicadas en casetas de campaña y en los centros de servicio donde se proveyó asistencia financiera. "Independientemente del grado académico que pueda tener", dice Carlos, que posee una maestría en asesoramiento y rehabilitación, "creo que uno está aquí para servir; y servir significa ayudar donde haga falta".
Para moverse en la oficina o en el campo, Carlos usa una silla de ruedas, ya que tiene distrofia muscular, una condición que debilita los músculos. Sin embargo, nunca lo ha considerado como un impedimento para servir o para la excelencia. “Vivimos en una sociedad que siempre nos ha dicho que no podemos hacer cosas. Si estás en una silla de ruedas y tienes problemas visuales porque eres albino, como yo, la gente piensa que no eres útil, pero es todo lo contrario. Cuando descubrí que tenía distrofia muscular, decidí tener éxito en todo lo que hiciera".
Esta no es su primera operación en Cruz Roja. Tras el apagón que provocó el huracán María en 2017 y quedarse atrapado durante días en el piso 11 de su edificio, Carlos Molina logró arrastrarse hasta abajo por las escaleras, tirando de su silla de ruedas con su cinturón. Quería unirse a Cruz Roja, ¡la organización que fue la primera en traer comida para él y sus vecinos! En el campo, vio el sufrimiento y la tristeza de la gente y pensó que era afortunado. "Viendo la tristeza de la gente, pensé: ‘A la verdad que yo soy rico, dentro de lo que está pasando hay gente mucho peor que yo, que lo perdieron todo’”.
Los terremotos son algo muy diferente: "El huracán, tú sabes cuándo va a llegar y sabes que se va a ir. El problema con los terremotos es que cuando pasa uno y estamos recuperando a la gente, vuelve y pasa otro, y luego otro. El estrés post-traumático vuelve y se refuerza continuamente”, expresó Carlos.
Ayudar a otros como voluntario de Cruz Roja le aporta a Carlos una gran satisfacción. Como cuando en una de las llamadas de seguimiento, se dio cuenta de que había un niño refugiado que necesitaba una cama de posición y una silla de baño. Pudo conectarse con el Departamento de Salud para que pudieran proporcionar el equipo necesario para el niño.
"Cuando la gente me ve llegar en la silla, no esperan eso, esperan personas ‘fuertes’. Pero al verme en una silla dicen: ‘Mira, él está en una silla de ruedas y está aquí para ayudarnos también’". A veces las personas creen que necesitan escuchar muchas palabras bonitas; pero en ocasiones, para Carlos solo es suficiente mirarlos a los ojos y hacerles saber que él está allí para ellos. “Mi función con Cruz Roja no tiene nada que ver con la fuerza física, es más bien una fuerza espiritual y moral."
"Cuando ocurre un desastre, todos somos iguales, no importa tu género, tu color de piel, si estás discapacitado o no. Cruz Roja ha creado un entorno en el que, debido a que estás enfocado en el desastre, no te preocupas por esas cosas". Vladimir Dragomirov
Desplegado a Puerto Rico desde Pensacola (FL) tras el terremoto, como subdirector de Información y Planificación, Vladimir Dragomirov supervisa los equipos de voluntarios que evalúan los daños en el campo y recopilan datos estadísticos y financieros. "Ponemos toda esta información en un mapa para poder compartirla con todos los colegas que trabajan en la operación". Este mapeo le ayuda a visualizar dónde están las necesidades, dónde están ocurriendo las réplicas, lo que los equipos de la Cruz Roja ya han logrado, y planificar acciones adicionales en consecuencia. ¡En 10 días, dice que sus equipos han evaluado más de 4,000 daños!
Vladimir utiliza un programa especial en su computadora para agrandar el texto en la pantalla, ya que sufre de ceguera parcial debido al nistagmo congénito (un trastorno involuntario del movimiento ocular). También usa el zoom de la cámara de su celular con las computadoras de sus colegas cuando les da cursos de formación. "Cruz Roja ha sido fantástica", dice, "ha sido muy facilitadora en asegurarse que tenga la tecnología que necesito, como una pantalla suficientemente grande para yo ver las cosas." Aquí en Puerto Rico, encuentra que sus colegas han sido muy amables, observadores y serviciales. “Ellos notaron que yo usaba gafas y fueron a donde mí y me preguntaron si hay algo que necesitaba y les dije que soy sensitivo a la luz, y rápido me dijeron “eso lo podemos apagar, no hay problemas.”
Para Vladimir Dragomirov, que trabajó como voluntario en la organización durante seis años antes de formar parte de su personal en la región del norte de Florida, Cruz Roja ha sido muy abierta, no solo con las personas con discapacidad, sino también con la comunidad LGBTTQ +. "Han sido bien acogedores y cuando ocurre un desastre, todos somos iguales, no importa tu género, tu color de piel, si estás discapacitado o no. La Cruz Roja ha creado un ambiente en el cual, debido a que estás enfocado en el desastre, no te preocupas por esas cosas. Todos estamos juntos en esto, tratando de ayudarnos los unos a los otros".
“En la Cruz Roja, mientras puedas brindar una mano, eres bienvenido. He tenido experiencias profesionales en el pasado donde no se valora un entorno diverso o no se te respetaba, pero la Cruz Roja no es así. Esto me llegó al corazón, porque no necesariamente encuentras esta apertura de primera en un área de trabajo." Jeffrey Reyes
En Puerto Rico, el coordinador de Servicios Voluntarios Jeffrey Reyes se asegura de que haya una ocupación adecuada para cada voluntario: “Desde el momento en que solicitan unirse con nosotros, ayudamos a los voluntarios a través del proceso de selección para ver cómo sus habilidades pueden encajar con las necesidades de la Cruz Roja Americana." A Jeffrey no le importa que le digan ‘él’ o ‘ella’. "Yo me identifico como no binario o gender neutral”, dice Reyes, "que es la parte de la comunidad que entiende que no debe haber una segmentación de género y nada tiene que ser obligatoriamente de un sexo."
Ser generoso y comprensivo con los demás comienza con uno mismo. “Me pongo lo que yo me quiero poner, me maquillo cuando yo me quiero maquillar,” dice Jeffrey. Su proceso de crecimiento comenzó a los 16 años, haciendo shows en un circo. “En el circo pude realmente abrirme y explorar lo que era sentirme cómodo en mi propia piel. Ese proceso artístico de poder navegar entre personajes en eventos y espectáculos era algo normal, al entrar de un vestuario a otro".
Esta es la primera vez que Jeffrey, quien cursa una maestría en relaciones internacionales, participa en un DR (Disaster Response). “Entré a la Cruz Roja en octubre pasado, después de asistir a un evento de Diversidad y Equidad en la Universidad de Puerto Rico, en el que colaboraron el Comité de Diversidad de la Cruz Roja y la Cámara de Comercio LGBTTQ +, de la que es parte del ‘Shark Tank’. Fue ahí que conocí los servicios que brinda Cruz Roja”.
En Cruz Roja, Jeffrey encajó enseguida: “En la Cruz Roja, mientras puedas brindar una mano, eres bienvenido. He tenido experiencias profesionales en el pasado donde no se valora un entorno diverso o no se te respeta, pero en la Cruz Roja no fue así. Eso me llegó al corazón, porque no necesariamente encuentras esta apertura de primera en un área de trabajo".
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