El cansancio, los dolores en el pecho y los análisis de sangre suelen llevar a Beatriz Zirate a urgencias requiriendo una transfusión de sangre, pero eso no le preocupa. En cambio, Zirate siente una sensación de calma, porque sabe que las transfusiones la ayudan a sentirse mejor y le salvan la vida. “Cuando estoy recibiendo la sangre, siento que la vida entra en mí. Me han salvado. Entro muy enfermo y salgo muy bien”. Foto de Mimi Teller/Cruz Roja.
Anel Laj/Cruz Roja
La fatiga, los dolores de pecho, y los análisis de sangre a menudo llevaban a Beatriz Zirate a la sala de emergencia, pero eso no la llenaba de ansiedad. A cambio, Zirate sintió una sensación de calma, porque sabía que la ayudarían a sentirse mejor y salvarle la vida.
“Voy como a una vacación. Me siento relajada,” dijo Zirate. “Cuando estoy recibiendo la sangre siento que la vida me está entrando. A mí me han salvado. Yo entro muy enferma y salgo muy bien.”
Durante los últimos 26 años, Zirate ha recibido transfusiones de sangre cada dos años. Antes de la primera transfusión de sangre Zirate tenía dudas y se sentía aprensiva, pero aceptó el procedimiento rutinario porque estaba muy enferma — la experiencia cambió su vida.
El tratamiento y la atención médica que ha recibido a través de los años ha reforzado su habilidad de poder fiar en la comunidad médica y establecer confianza en sus doctores; esos sentimientos se han fortalecido con el tiempo. Zirate aprecia el personal médico que la atiende y está muy agradecida con la gente por las donaciones de sangre que salvan su vida.
Cada dos segundos alguien en los Estados Unidos necesita sangre, ya que las transfusiones ayudan a los pacientes a sobrevivir cirugías, tratamientos de cáncer, enfermedades crónicas, y heridas traumáticas. La atención médica que salva vidas empieza con tan solo una persona que haga una donación generosa. Mientras la Cruz Roja proporciona aproximadamente el 40% de la sangre del país, la necesidad de sangre es constante. Solo 3% de la gente elegible dona anualmente, lo que a menudo conduce a una escasez crítica donde la demanda por sangre supera el suministro de sangre en hospitales.
Zirate recomienda que cualquier persona que se someta a una transfusión de sangre debe ser acompañada por su familia. Teniendo familia abogando por ella mejoró las estancias hospitalarias y la calidad de atención. Sus mayores apoyos son su hija y su nieta, Christina Rodríguez, que trabaja como Especialista de Operaciones Comerciales para la Cruz Roja.
Sea un salvavidas para alguien que necesita sangre para sobrevivir haciendo su cita para donar sangre hoy al redcross.org/blood.
Acerca de la Cruz Roja Americana:
La Cruz Roja Americana alberga, alimenta y ofrece alivio a las víctimas de desastres; suministra alrededor del 40% de la sangre en el país; enseña habilidades que salvan vidas; distribuye ayuda humanitaria internacional; y apoya a los veteranos, a los miembros de las fuerzas armadas y a sus familias. La Cruz Roja es una organización sin fines de lucro que depende de los voluntarios y de la generosidad del público estadounidense para cumplir su misión. Para obtener más información, visite redcross.org o CruzRojaAmericana.org, o síganos en las redes sociales.
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